miércoles, 20 de noviembre de 2013

Que es y como detectar el acoso escolar

Podemos definir el acoso escolar o bullying como el maltrato físico o psicológico que recibe un niño por parte de sus compañeros de forma reiterada. El niño que agrede busca intimidar a la victima mediante el abuso de poder.  

Como consecuencia de esto, los niños acosados suelen tener una baja autoestima, fobia escolar y angustia entre otras cosas. En ocasiones, los niños que padecen bullying ocultan el maltrato a sus padres por vergüenza o miedo a la reacción que estos puedan tener.

Según estima Iñaki Piñuel, psicólogo clínico, profesor de la Universidad de Alcalá de Henares y director de las investigaciones Cisneros sobre Acoso psicológico en España, hoy día afecta a uno de cada cuatro escolares. Otro dato es que los niños de entre 7 y 8 años tienen siete veces más riesgo de sufrirlo que los alumnos de segundo de bachillerato.

Un silencio que habla

El mobbing escolar empieza de una manera muy sutil, como explica Puñuel, "es muy poco frecuente que en las primeras fases de acoso, el niño que es víctima, solicite ayuda psicológica por que desconoce lo que ocurre o lo atribuye a otras causas.

Cuando se identifica el problema, el daño suele estar ya instaurado y el niño puede mostrar algunas secuelas importantes. El niño no entiende por qué lo han elegido a él. Normalmente, como indica la Pedagoga Nora Rodríguez, " la pregunta ¿porque a mí? implica culpabilización? El acosado busca racionalizaciones que justifiquen este comportamiento, y si no las encuentra, se las inventa. Cuando se culpabiliza y se atribuye el papel de victima, es cuando se produce en él, un cambio de 180 grados en su conducta"

El niño que es victima de acoso escolar, suele terminar aceptando que, efectivamente, es un mal estudiante, un mal compañero, desarrollando fácilmente sentimientos de baja autoestima, así como una introversión social que le aísla aún más de un entorno ya reducido por la acción del propio grupo de acosadores. "El concepto negativo de sí mismo y la baja autoestima, acompañarán hasta la vida adulta al niño acosado, haciendo de él una presa fácil para abusos ulteriores en el ámbito laboral, domestico, social..., ante los que quedará indefenso generándose en él un daño psicológico a medio o largo plazo" dice Piñuel.

No es lo que parace

"Lo he hecho para divertirme", "era solo una broma", "tampoco es para tanto". Así suele responder el acosador cuando se le pregunta por las razones de su comportamiento.

Aparentemente, el acosador da la impresión de ser una persona muy segura de sí misma, popular, un líder. Pero es un líder impuesto, no es algo natural como lo puede ser la victima. "Suelen ser personas con graves problemas de autoestima, con un concepto de sí mismo muy bajo y que necesita que los demás estén a su altura, por eso los anula. No soportan la frustración ni perder, necesitan protagonismo y controlar a los demás. En la mayoría de los casos, o son niños maltratados física o psicológicamente en sus casas o están sobreprotegidos, acostumbrados a hacer lo que quieren" añade Nora Rodríguez.

Necesita del éxito social, de ahí la importancia del grupo, que se convierte en testigo pasivo, que no hostiga ni es hostigado y que representa a cuatro de cada diez niños.

Interactuar con el niño

Si el acosador no dice nada a los mayores, es porque no sabe a quién dirigirse. Los padres y los educadores piensan que son cosas de niños y que ellos mismos pueden arreglarselas. Se utiliza a los chicos como mediadores, algo que Nora Rodríguez condena: "La mediación se puede utilizar cuando dos chicos discuten o hay un problema grupal, pero no en el caso de Bullying". Para que las victimas se sientan protegidas y apoyadas debemos concienciar a profesores, alumnos y familiares del problema, confirmar dónde se producen los abusos e intimidaciones y detectar quiénes están directamente implicados.

Así mismo es imprescindible enseñar al niño a no responder a la violencia con violencia.

Como detectar el acoso

Cuando esto ocurre, podemos ver en el niño lo siguiente:

-Cambio de personalidad, retraimiento, irritabilidad, aislamiento, autoexclusión y retirada social.

-Cambio en el estado de humor. Los niños que padecen acoso escolar manifiestan tristeza, irritabilidad y ansidad.

-Evidencias físicas. Aparecen lesiones físicas como hematomas o rasguños que suelen ser justificados por los niños debido a caídas o accidentes.

-Bajo rendimiento escolar. Las calificaciones comienzan a bajar bruscamente

-Trastornos del sueño. Presentan dificultades para conciliar el sueño o por el contrario duermen demasiado. Son frecuentes las pesadillas.

- Perdida de apetito y presencia de tics nerviosos.

-Pone excusas para no ir al colegio o instituto. También puede pasar que pida que lo lleven a la puerta y que lo recogen cuando antes no lo hacía. 

-No se quiere relacionar con sus compañeros. trata de no realizar ninguna actividad y pasa mucho tiempo solo.

Si vemos esto en un niño, no debemos demorar la intervención para evitar que los problemas sean mayores.
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Web de interés: http://bullying-acoso.com/

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